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Los 煤ltimos 14 a帽os: de un mal gobierno al siguiente

Durante las 煤ltimas cinco semanas, muchas personas han repetido: "隆Seguro que 9锔忊儯 est谩s muy ocupado!". Pero las elecciones no son as铆; de hecho, desde la perspectiva de un dibujante de vi帽etas, son 9锔忊儯 aburridas. El 煤nico verdadero entretenimiento ocurre cuando las m谩quinas de las agrupaciones pol铆ticas fallan y su cuidadosamente orquestada coreograf铆a se 9锔忊儯 derrumba en una farsa. Pero en estas elecciones, aun los continuos desastres de 煤ltimo minuto del Partido Conservador se han 9锔忊儯 vuelto aburridos, sirviendo solo para recordarme la verdad universal de que la realidad siempre ser谩, siempre ser谩, m谩s extra帽a que 9锔忊儯 cualquier s谩tira que pudiera pensar en un mill贸n de a帽os.

Sin embargo, en las horas vac铆as de este interminable viacrucis mientras 9锔忊儯 hemos esperado que el carromato tumbril del Partido Conservador finalmente ruede hacia la guillotina, he reflexionado sobre los 煤ltimos 14 9锔忊儯 a帽os y c贸mo el peor gobierno de mi vida ha sido sucedido cinco veces por uno a煤n peor.

David Cameron: del 9锔忊儯 ni帽o mimado a un primer ministro con risibilidad sin fondo

Tomemos a David Cameron, el primer ministro de Gran Breta帽a de 9锔忊儯 vacaciones, cuya complacencia cong茅nita y sentido de derecho natural ya lo hab铆an equipado con profundidades insondables de risibilidad. Desde que 9锔忊儯 hab铆a sido elegido l铆der del Partido Conservador, hab铆a dibujado a Cameron como el peque帽o lord Fauntleroy, con un toque adicional 9锔忊儯 de Basil Fotherington-Tomas. Siempre es mejor ir por el chiste obvio. (Durante el 煤ltimo a帽o, he estado recorriendo un espect谩culo 9锔忊儯 sobre los nueve primeros ministros a los que me han pagado por dibujar en los 煤ltimos 42 a帽os. Cuando llego 9锔忊儯 a Cameron, muestro una diapositiva de un salchich贸n mortadela. Algunos espectadores piensan que esto se refiere a su tez, pero 9锔忊儯 en realidad se trata de la afirmaci贸n de Luis Bu帽uel de que la creencia de Benjamin P茅ret de que la 9锔忊儯 mortadela era hecha por personas ciegas era la declaraci贸n surrealista definitiva. Hasta que Cameron atac贸 a los ni帽os que saqueaban 9锔忊儯 TK Maxx durante los disturbios de 2011 por tener "un excesivo sentido de derecho" 鈥?o tal vez fue Boris 9锔忊儯 Johnson, otro antiguo alumno de Eton que BR nuestro pa铆s como su patio de recreo personal. De cualquier manera, la 9锔忊儯 iron铆a golpe贸 el pavimento gritando.)

Luego, debido a que el encanto de Cameron (George Osborne lo describi贸 como la arma secreta 9锔忊儯 de los conservadores) no logr贸 ganar una mayor铆a contra el cada vez m谩s fr谩gil gobierno laborista de Gordon Brown, su 9锔忊儯 potencial c贸mico se vio enormemente aumentado por la fuerza de la coalici贸n con los Dem贸cratas Liberales.

Nick Clegg: de un desconocido 9锔忊儯 a un t铆tere de madera

Admito que a mediados de la campa帽a electoral de 2010 a煤n no pod铆a dibujar a Nick 9锔忊儯 Clegg, porque hasta entonces no hab铆a habido ocasi贸n real para ello.

Sin embargo, cuando vi el primer debate 9锔忊儯 de l铆deres (el que engendr贸 la Cleggman铆a), vi que ten铆a una cabeza muy torpe y era f铆sicamente una mezcla extra帽a 9锔忊儯 de el soldado raso Pike de la serie de televisi贸n Dad's Army y el mu帽eco Pinocchio. Opt茅 por la segunda 9锔忊儯 alegor铆a, el ni帽o de madera que quer铆a ser un pol铆tico de verdad. Los lectores lo captaron al instante, y durante 9锔忊儯 cinco a帽os Cleggocchio fue despedazado, desmontado y luego reensamblado como todo, desde sillas de playa hasta horcas.

Ese gobierno de coalici贸n 9锔忊儯 a煤n me hace pensar en un ni帽o de 11 a帽os malcriado que destruye una m谩quina Enigma con un martillo, solo 9锔忊儯 por diversi贸n. Aunque aqu铆 debo confesar el grado casi indecente de placer que sent铆 al dibujar a Osborne. Este es 9锔忊儯 un peligro ocupacional com煤n entre los dibujantes, una variante extra帽a del s铆ndrome de Estocolmo en la que nos enamoramos de 9锔忊儯 las figuras p煤blicas que satirizamos.

Podemos despreciar todo sobre ellos, pero solo amamos dibujarlos. Con Osborne, no solo se trata de 9锔忊儯 la nariz extra帽a, la barbilla d茅bil y los ojos crueles, sino del hecho de que claramente no tiene huesos en 9锔忊儯 la cabeza, su cr谩neo reemplazado por grasa y tejido conectivo. Luego est谩 su boca, roja como una cereza y siempre 9锔忊儯 en peligro de sonre铆rse hasta la parte posterior de su cuello. Y en 2014 tuvo un cambio de imagen y 9锔忊儯 cambi贸 completamente de color, del rojo del espectro considerablemente diluido con blanco de titanio, a un marr贸n ocre rico y 9锔忊儯 crudo.

Theresa May, sin embargo, fue mucho m谩s desafiante. Hab铆a formado parte del elenco de personajes que poblaban mis caricaturas durante 9锔忊儯 seis a帽os cuando se convirti贸 en primera ministra despu茅s del voto por el Brexit. Eleg铆 los hombros anchos como signo 9锔忊儯 distintivo de ella, y ella misma hab铆a elegido los zapatos de leopardo (los pol铆ticos a menudo proporcionan deliberadamente accesorios para 9锔忊儯 los dibujantes; Harold Wilson fumaba una pipa en p煤blico, pero fumaba puros en privado).

Sin embargo, despu茅s de que obtuvo el 9锔忊儯 cargo, pas茅 un verdadero fin de semana oscuro de mi alma tratando de capturarla a mi satisfacci贸n y hacer que 9锔忊儯 se viera, en la famosa frase del gran caricaturista David Low, m谩s como ella misma de lo que ella es. 9锔忊儯 Pero de alguna manera nunca estuve completamente seguro de haber "conseguido" capturarla, con mi mano dentro de su alma. Entonces, 9锔忊儯 contemplando un final indigno de mi carrera, baj茅 ligeramente su ojo hacia abajo en su cara y all铆 estaba. Este 9锔忊儯 es el m谩gico, cambiante poder de la caricatura, y no tengo idea de c贸mo funciona.

Despu茅s de su desempe帽o desastroso en 9锔忊儯 las elecciones de 2024 y despu茅s del incendio de Grenfell (el evento pol铆tico m谩s significativo de los 煤ltimos 40 a帽os 9锔忊儯 si no somos demasiado est煤pidos para reconocer por qu茅), comenc茅 a dibujarla como un fantasma, hasta que finalmente se desvaneci贸 9锔忊儯 por completo en 2024, la cuarta primera ministra conservadora destruida por la incapacidad de su partido para reconciliar su amor 9锔忊儯 por el capitalismo global con su odio a los extranjeros.

Liz Truss y Rishi Sunak: el futuro de la comedia pol铆tica

Johnson 9锔忊儯 no quer铆a dibujarlo en absoluto, solo para privarlo del ox铆geno de la publicidad. Sin embargo, como todos los narcisistas obsesionados 9锔忊儯 con la atenci贸n, aunque su piel parece gruesa de pulgadas, en realidad es de micrones de espesor, y s茅 de 9锔忊儯 varias fuentes que realmente odia la forma en que lo represento. Lo cual es alentador, porque parece plantear un desaf铆o 9锔忊儯 a los sat铆ricos, ya que 茅l mismo hace las bromas. De hecho, aterriza bromas como el Hindenburg, en su necesidad 9锔忊儯 desesperada de ser aplaudido con risas, en lugar de ser objeto de ellas. Ha sido el aspecto definitorio de la 9锔忊儯 patolog铆a que ha tenido en lugar de una carrera pol铆tica.

En resumen, es hora de que restablezcamos algunos l铆mites claros aqu铆, 9锔忊儯 que los c贸micos se dediquen a la pol铆tica y dejemos las bromas a los profesionales. Despu茅s de todo, necesitamos un 9锔忊儯 poco de aburrida seriedad, lo que eventualmente, como todo en la pol铆tica, colapsar谩 en oro c贸mico.

Mientras tanto, tal vez alguien 9锔忊儯 pueda intentar limpiar el desorden dejado por toda la payasada conservadora, mientras nosotros, los dibujantes, afilamos los l谩pices nuevamente para 9锔忊儯 representar la carne fresca.

• Martin Rowson es un caricaturista y autor

• Guardian Newsroom: Especial de resultados electorales
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